diciembre 2, 2024

El presente texto trata la posible relación entre el pan de muerto y el pan de cristo, es un texto inédito cuyo objetivo es aportar información sobre un tema que ha causado interés notorio en el público. Mucho se ha debatido sobre el origen del pan de muerto, si es prehispánico o colonial, sin embargo, su origen parece centrarse en el pan de cristo, un alimento muy antiguo originario de Grecia. Con fuentes documentales y bibliográficas, se presenta un breve análisis general que aporta y señala esta posible relación.

La comida como ofrenda ha acompañado a lo largo de los siglos al ser humano, los alimentos además de tener un valor nutritivo, tienen un valor cultural, en ellos  está presente la historia, la cosmovisión, la geografía, la flora, la fauna y la religión. El mestizaje que se originó del encuentro entre el mundo mesoamericano y el mundo ibérico forjó nuevas tradiciones y nuevas creencias que se pueden rastrear en los alimentos.

En el nuevo mundo, describen los españoles, había el «pan de maíz», tanto  Diego de Landa, como  José de Acosta, citan que en estas tierras, se elaboraba pan de muchas maneras, el modo de hacerlo era moliendo el maíz, del cual hacían una harina  y, de ella, unas tortillas (García Acosta, 2018).

Se sabe que los pueblos mesoamericanos dedicaban ceremonias y ofrendas en distintas festividades que involucraban la agricultura, la lluvia, la religión, el nacimiento y, por supuesto, la muerte. De esta última realizaban ceremonias no solo a los guerreros caídos en combate, sino también a las mujeres muertas en el parto. De acuerdo con los cronistas religiosos, en estos acontecimientos se ofrendaban alimentos y “panes” de diferentes figuras elaborados con maíz y amaranto. Un referente documentado en las fuentes históricas es la elaboración del papalotlaxcalli o “pan de mariposa”.

Fray Diego Durán refiere que en las exequias realizadas a los principales que habían muerto en la guerra contra los de Michoacán, también llamados tarascos,  en el Tlacochcalli, después de cuatro días de la ceremonia, al quinto día, los deudos elaboraban unas figuras humanas con palo de tea, los vestían de papel con “sus ceñidores, bragueros y sus mantas” y, a la altura de los hombros, les colocaban unas alas de pluma de gavilán, “decían que era para que anduvieran volando delante del sol cada día”.

Posteriormente, las viudas colocaban en su respectiva figura, un plato de un guisado llamado tlacatlacualli y unas tortillas que “ellos llaman papalotlaxcalli, que quiere decir, pan de mariposas”. Luego los cantores tomaban el tambor y empezaban a entonar “cantares de luto» (Durán, T.II 1579, Gran Diccionario Náhuatl, UNAM).

No es extraño que se ofrendara a los difuntos el papalotlaxcalli, pues en la cosmovisión de los antiguos mexicanos, la mariposa se relacionó con el símbolo del fuego y la guerra, pero sobre todo, representaba las almas de los guerreros caídos y sacrificados, de igual manera, representaba a las almas de las mujeres muertas en el parto. Asimismo, estuvo vinculado con el emblema de movimiento (nahui ollin) y en ocasiones con algunos movimientos del sol.

Otro dato que citan tanto Durán como fray Bernardino de Sahagún y Hernando Ruíz de Alarcón, son las ofrendas realizadas en las fiestas del dios Huitzilopochtli, en estas celebraciones se elaboraban figuras del dios (tzoalli) a base de amaranto (huautli) y miel de avispa o maguey.

Narra Durán que la gente en esta celebración «no comía otra cosa que no fuera tzoalli con miel», cuenta también, que hacían un gran ídolo a imagen del Dios, lo adornaban y vestían, de igual manera, le ofrendaban «panes», pasada la fiesta se los dividían para comer (T.II, Durán; 1579, Gran Diccionario Náhuatl, UNAM).

Sahagún, señala que en la fiesta Panquetzalistli, los naturales tomaban semillas de bledo (amaranto) y semillas de petzicatl (calabaza), las limpiaban y molían delicadamente, después la amasaban yelaboraban el cuerpo de Huitzilopochtli. (Historia general, L. III, cap. I).

Hernando Ruíz de Alarcón consigna la elaboración de unos bollos de huatli  (amaranto) que comían “a modo de sus tortilla”, también alude a los “ídolos de las divinidades  “que en la lengua llaman tzoalli”, los cuales, “comen a pedazos como reliquias” (Tratado de las supersticiones, 1629. Gran Diccionario Náhuatl, UNAM)).

En cuanto a la celebración hispánica, con base  al calendario religioso, todo buen cristiano debía saber que fiestas eran de guardar cada mes, que días eran de vigilia y cuando era el periodo de ayuno. En la doctrina cristina elaborada por Hernando de Talavera en 1493 y reimpresa en 1508, se documenta que en el mes de noviembre: es de guardar la fiesta de todos santos, “el primer día tiene vigilia”, el siguiente correspondía a la fiesta del apóstol sant Andres y también “tiene vigilia”. Por cierto, la cartilla cristiana fue el instrumento pedagógico utilizado por los frailes en toda América para catequizar a los nuevos conversos (Pérez Velasco, 2023).

Por lo tanto, La fiesta de Todos los Santos era una celebración obligatoria, de acuerdo con Elsa Malvido, estas fiestas se inventaron en la Francia del siglo X por el Abad de Cluny, quien decidió celebrar el día dos de noviembre a los patriotas judíos reconocidos como mártires en el santoral católico, el primero sería para celebrar a los santos y mártires anónimos, es decir, aquellos que no poseían nombre ni apellido, ni celebración en el calendario ritual católico.

En el periodo novohispano, señala la autora, se colocaba en el templo un inmenso altar en el que se exhibía el ara, estas eran las reliquias de personajes santos que cada iglesia poseía en sus altares, ya fueran huesos, cráneos u otros restos, además de la tierra donde fueron enterrados o una parte de la ropa que habían portado.

Como se observa, ambas sociedades poseían ritos fúnebres, en la prehispánica ofrendaban alimentos a base de maíz y amaranto, en la española, veneraba las reliquias de los santos mártires; el proceso de aculturación y transculturación de estas celebraciones, trajo consigo una nueva identidad cultural que hoy por hoy, caracterizan a nuestro país.

Con respecto al pan en occidente, este es un alimento que ha estado presente en las culturas más antiguas, como la griega y la romana. En el cristianismo, el pan es el ritual central del culto católico, representa la comunión de un santo sacramento y la celebración de la muerte y resurrección de Jesús (Revista digital Arta Albă, 2019). En España ya se conocía el pan cuando los romanos llegaron a la península. Roma  adquiere el gusto de este alimento por los griegos. En la Grecia del siglo III a.C., la panadería era una actividad muy notable, los panaderos helénicos elaboraban varias formas de pan con diferentes masas para sus fiestas religiosas. A la masa ya fuera de trigo, cebada, salvado o centeno, añadían especias, miel, aceites y frutos secos (Arta Albă, 2019).

En Roma, las panaderías estaban dirigidas por panaderos calificados de origen griego, el oficio estuvo regulado y contaba con una asociación de panaderos (Historia del pan). Con el auge del cristianismo, las ceremonias adquieren relevancia, sobre todo la pascua y el nacimiento de Jesús, el pan simboliza la encarnación, la muerte y la resurrección; en el cristianismo el pan no es solo un alimento terrenal, es también, un alimento espiritual.

Sobre el pan de muerto las primeras referencias iconográficas con las que se cuentan datan del siglo XIX, de acuerdo con Eva Martínez Román (Así han retratado el pan de muerto, el Universal, 2023), son dos cuadros los que muestran el singular alimento, “el bodegón de panes con naranja” y “Cuadro de comedor”, ambos realizados por el pintor tlaxcalteca José Agustín Arrieta (1803-1874), quien destacó por retratar escenas cotidianas de la Puebla decimonónica, ciudad en la que se estableció definitivamente.

La obra más abundante del artista fueron los bodegones, los cuales comenzó a pintar en 1843, en ellos representó los alimentos típicos de la comida poblana, entre ellos el pan de muerto, son varios los bodegones que lo representan, pero son de colección privada. Ahora bien, en Puebla se le llama hojaldra, palabra que se registra en el diccionario bilingüe español-francés de 1705 de Francisco Sobrino y se define como “lo hecho con massa sobada con manteca” (Martha Torres, 2014).

Llama la atención que el pan de muerto  en los bodegones de Arrieta elaborados en el siglo XIX, coinciden gráficamente con el Christopsomo o pan de cristo actuales. Véase el siguiente cuadro.

 

El Christopsomo es un pan tradicional muy antiguo, elaborado con harina, levadura, agua, sal y miel; su preparación data del período bizantino y fue hecho para significar y celebrar el nacimiento de Cristo (Gabriela Dan, 2023), por lo tanto, se trata de un pan de ofrenda. El pan se distingue porque está decorado con el Crismón que simboliza el nombre de Cristo en lengua griega, no se corta con cuchillo sino con la mano (Isla de Chipre,  gennopita o chritopsomo).

El Christopsomo suele tener una forma grande y redonda, esto tiene un significado religioso, “el círculo del pan simboliza la eternidad, el paso por esta vida y la esperanza de la vida eterna a través de Cristo”. Si bien existen variaciones de la receta en las diferentes regiones de Grecia, la decoración más común consiste en elaborar una gran cruz en el centro, la cual simboliza la fertilidad, también se adorna con semillas de sésamo (ajonjolí) y una nuez en el centro de la cruz (Gabriela Dan, 2023).

Pero ¿Cómo se vincula el pan de cristo con Puebla y Tlaxcala? De acuerdo con la historiografía del pan en el periodo novohispano, los primeros cultivos de trigo se llevaron a cabo en 1521, estos se encontraban en los alrededores de la capital, sin embargo, el cultivo se extendió hacia el Bajío, Puebla y Tlaxcala, con el paso del tiempo, Puebla fue la región que produjo la mayor cantidad de trigo. La introducción del grano europeo originó el desplazamiento del frijol y del maíz, por lo que la dieta del indio comenzó a cambiar (El pan en México, siglo XVI; 2009).

Si bien el gremio de los panaderos estuvo conformado por los españoles, este carecía de aprendices, oficiales y maestros, por lo que durante los primeros siglos, los indígenas fueron adiestrados en estos saberes y posteriormente, fueron los encargados de elaborarlo. En Tlaxcala por ejemplo, el oficio llegó a un grado de especialización que los pueblos de Huactzinco y Totolac desarrollaron una tradición panadera que se reconoce hoy en día; en las distintas regiones del país,  el pan adquirió características específicamente locales y tomó un sabor propio (Barros y Buenrostro, 2004).

Un distintivo particular entre los panaderos indígenas fue el uso del pulque, bebida sagrada durante el periodo prehispánico, en las panaderías indígenas fue un elemento óptimo para la fermentación de la masa de trigo. En Tlaxcala, los panaderos elaboran el icónico pan artesanal de pulque con xaxtle  (asiento de pulque), tanto el pan de pulque como el pan de feria, son en la actualidad, alimentos emblemáticos del estado y cuentan con documentos que comprueban su proceso desde el periodo novohispano (Barros y Buenrostro, 2004).

Pero el dato que arroja luz sobre la posible introducción del pan de cristo en territorio novohispano, es el proporcionado por Ciudad Leal, quien consigna que en la comunidad de Acatzingo, ubicada en la prolongación del valle de Puebla–Tlaxcala, en el año de 1590 “moraban muchos extranjeros griegos” (Tratado curioso y docto de las grandezas de la Nueva España, 1590).

La pregunta surge inmediatamente, ¿Quiénes eran estos griegos, porqué se encontraban en este lugar? Una posible causa la enuncié en un artículo publicado en 2023 (Cartillas y doctrinas cristianas) que a continuación compendio. Puebla como todo el territorio mexicano, se caracteriza por una diversidad lingüística importante y durante el periodo novohispano, no fue la excepción, en esa época se hablaban 6 lenguas distintas: Mexicano, Popoloca, Otomí, Chocho, Mixteco y Totonaco.

En la cartilla y doctrina cristiana en lengua chuchona de 1580, se lee en el título que el silabario es para los hablantes del pueblo de Tepexi de la seda, muy cerca de Acatzingo. En Tepexí, los frailes dominicos realizaron labor evangélica, en la misma cartilla el autor, fray Bartolomé Roldán, expresó la complejidad y tiempo que demoró en aprender la lengua.

Por lo que la presencia de griegos en un pueblo muy cercano a Tepexi me hizo pensar en la posible participación de algunos hablantes  letrados como asesores o auxiliares para realizar la cartilla, pues los nativos en las escuelas, además del castellano eran instruidos en latín y griego, ambas lenguas bíblicas.

Regresando al tema del pan, recordemos que éste es propio de la celebración cristiana, por lo que no sería errado suponer que el pan de cristo se ofrendara en la fiesta de Todos los Santos.

Por otra parte, ¿es posible que los griegos hayan llegado exprofeso a la zona por sus conocimientos sobre el grano y el oficio? Si tomamos en cuenta que en Roma fueron ellos los encargados de las panaderías, ¿pudo suceder algo similar en Puebla?, si en este lugar se produjo la mayor cantidad de trigo, se requería de gente experta en el cultivo y en el proceso del grano.

Asimismo, ¿Es factible que los griegos hayan instruido a los indígenas de la zona y este sea el origen de la tradición panadera de Tlaxcala? Tanto los indígenas como los griegos contaban con un conocimiento para elaborar “pan” de distintas harinas (maíz, amaranto o trigo) por lo que a los nativos no les fue ajeno aprender a usar el nuevo grano. Si tomamos en cuenta que todo migrante trae consigo sus tradiciones culturales, incluida la culinaria, es muy probable que los helenos fabricaran en tierras poblanas el christopsomo, no hay que dejar de lado el carácter ceremonial del pan y la obligatoriedad de celebrar las fiestas cristianas.

En cuanto al uso del pulque, en el antiguo México se ofrendaba a los dioses en cántaros pequeños, por lo que surge la duda si su uso durante el virreinato fue  solo como elemento fermentador, o bien, si tuvo una asociación religiosa.

Por último, Arrieta era oriundo del lugar, lo que significa que conocía muy bien los alimentos de la región y, en sus bodegones, este tipo de pan es un elemento distintivo, por lo que es casi seguro que su elaboración contara con una práctica ya constituida años atrás. Estas son algunas de las preguntas que surgieron y que requieren de un estudio multidisciplinario, con este texto pretendo despertar el interés de los lectores.

Zandra Velasco

[email protected]

 

 

Referencias

Hernando Ruíz de Alarcón, Tratado de las supersticiones y costumbres gentilicias que hoy viven entre los indios naturales de esta nueva España, 1629. En: Gran Diccionario Náhuatl – UNAM

https://gdn.iib.unam.mx/diccionario/tzoalli/277986

Fray Bernardino de Sahagún. Historia general de las cosas de Nueva España, Editorial Porrúa, 1999.

Fray Diego Durán. Historia de las indias de la Nueva España y islas de tierra firme. Tomo II, México, 1579. En: Gran Diccionario Náhuatl – UNAM

https://gdn.iib.unam.mx/diccionario/papalotlaxcalli/188958

Antonio de Ciudad Real, Tratado curioso y docto de las grandezas de la Nueva España.Relación breve y verdadera de algunas cosas de las muchas que sucedieron al padre fray Alonso Ponce en las provincias de la Nueva España siendo comisario general de aquellas partes. Edición, estudio preliminar, apéndices, glosarios, mapas e índices por Josefina García Quintana y Victor M. Castillo Farreras. Prólogo de Jorge Gurría Lacroix. UNAM, 1993.

Cristina Barros  y Marcos Buenrostro. Panadería de Tlaxcala ayer y hoy. Gobierno del estado de Tlaxcala, 2004.

Elsa Malvido, La festividad de todos santos, fieles difuntos y su altar de muertos en México, patrimonio intangible de la humanidad, Patrimonio cultural y turismo. Cuadernos 16.  En MCasasola México.

Marta Torres Martínez, Lexicografía y traducción: en torno al léxico culinario en el Diccionario nuevo de las dos lenguas francesa y española (1705) de Francisco Sobrino. Alfinge 26, 2014.

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5211416.pdf

Virginia García Acosta, “El pan de maíz y el pan de trigo: una lucha por el dominio

del panorama alimentario urbano colonial”, http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/323/con

quista_comida.html

Zandra Pérez Velasco, Cartillas y doctrina cristiana indianas un instrumento lingüístico en el contacto entre América y Europa durante el siglo XVI,  Revista lenguas y literaturas indoamericanas, Departamento de lenguas, literatura y comunicación de la universidad de la frontera, Temuco, chile. https://lli.ufro.cl/index.php/indoamericana/article/view/3261

Gabriela Dan, Christopsomo: una antigua tradición navideña y un sabroso pan griego, tradiciones e historia, Revista digital Arta Albă, 13 de diciembre de 2023.https://artaalba.ro/es/?s=christopsomo

El pan, hito espiritual del cristianismo, Revista digital Arta Albă, 2 de julio de 2019

https://artaalba.ro/es/painea-reper-spiritual-al-crestinismului/

Carlos Fernández Carretero, Historia del pan.

https://www.ceoppan.es/historia.html

Patricia Fournier García, Lourdes Mondragón Barrios, Las bebidas mexicanas, pulque, mezcal y tesgüino, en Arqueología mexicana.

https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/el-pulque

Pan de pulque, alimento que nace de dos culturas, Casa Mejicú.https://casamejicu.com/blogs/cultura-que-se-come/pan-de-pulque-alimento-que-nace-de-dos-culturas

El pan en México, del siglo XVI al XVIII, 26 de noviembre de 2009.

http://panaderiaselecta.blogspot.com/2009/11/el-pan-en-la-edad-media.html

Así han retratado el pan de muerto varios pintores, El Universal, sábado 22 de julio de 2023.https://www.eluniversal.com.mx/tendencias/asi-han-retratado-el-pan-de-muerto-varios-pintores/

El Pan de Fiesta un manjar tlaxcalteca, El sol de Tlaxcala.

https://www.elsoldetlaxcala.com.mx/local/es-pan-de-fiesta-un-manjar-tlaxcalteca-10419809.html

Isla de Chipre,  gennopita o chritopsomo (pan de cristo)

https://www.cyprusisland.net/

Imagen crismón https://www.glosarioarquitectonico.com/glossary/crismon/

Blog Monasterio Monte Athos, pan de cristo (christopsomo)

https://www.monastiriaka.gr/en/blog/christ-bread-christopsomo

Angélica Velázquez Guadarrama, conferencia: Arrieta y el género de la naturaleza muerta, Museo Amparo, 6 de septiembre de 2017

https://museoamparo.com/multimedia/detalle/3351_arrieta-y-el-genero-de-la-naturaleza-muerta

______conferencia: Los bodegones de José Agustín Arrieta (1803-1874) un género para los sentidos, Museo Amaparo, 07 de mayo de 2020

https://museoamparo.com/multimedia/detalle/3694_los-bodegones-de-jose-agustin-arrieta-1803-1874-un-genero-para-los-sentidos

Museo José Luis Bello y Zetina, historia de la colección,  Museo José Luis Bello y Zetina, 8 de noviembre de 2012

https://museojoseluisbelloyzetina.wordpress.com/2012/11/08/historia-de-la-coleccion/

 

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